La decisión de no dar más hijos al mundo por parte de los Auténticos es una cuestión un tanto dura de mascar, así como respetable. Después de miles de años viviendo en armonía con la naturaleza, los Auténticos están percibiendo cómo sus recursos básicos entran en declive. Los acusados de tal decadencia son los mutantes, seres humanos que han olvidado su historia natural y viven en el hoy como si no hubiera un principio en el ayer.
Estas son Las Voces del Desierto que Marlo Morgan escuchó en su viaje al outback australiano, donde los habitantes de una tribu de aborígenes le dan la oportunidad de adentrarse en su modo de vida y dejar atrás lo banal del mundo moderno. Superación, supervivencia, espiritualidad, creencia en madre naturaleza, descubrimiento, respeto, consideración, conciencia, equilibrio. Estos y muchos más valores formaron parte de su experiencia. Os invito a leer este apasionante libro y a daros la oportunidad de ayudaros a replantear ciertos aspectos de nuestra cotidianeidad. Mientras, os regalo dos de mis fragmentos favoritos de esta lectura:
Tú has sido elegida como mensajera mutante para decirles a los tuyos que nos vamos. Os dejamos la Madre Tierra a vosotros. Rezamos para que acabéis comprendiendo lo que vuestro modo de vida le está haciendo al agua, a los animales, al aire y a vosotros mismos. Rezamos para que acabéis encontrando la solución a vuestros problemas sin destruir este mundo. Hay Mutantes que están a punto de recuperar el espíritu individual de su auténtica existencia. Con el esfuerzo necesario aún hay tiempo para evitarla destrucción del planeta, pero nosotros ya nos podemos ayudaros. Nuestro tiempo se ha acabado. Han cambiado las lluvias, el calor ha aumentado y hemos visto disminuir la reproducción de plantas y animales durante años. Ya no podemos proporcionar formas humanas para que las habiten los espíritus, porque pronto no habrá agua ni comida en el desierto.
Pero la gran diferencia entre los humanos de ahora y el modo en que fueron originalmente es que los Mutantes tienen un foco de miedo. Los Auténticos no tienen miedo. Los Mutantes amenazan a sus hijos. Necesitan policías y prisiones. También la seguridad del gobierno se basa en la amenaza de las armas sobre otros países. Para la tribu el miedo es una emoción del reino animal, donde desempeña un importante papel para la supervivencia. Pero si los humanos conocen la Divina Unidad y comprenden que el Universo no es un acontecimiento fortuito sino un plan de desarrollo, nada pueden temer. O bien tienes fe, o bien tienes miedo, pero lo que no puedes tener es ambas cosas a la vez. Ellos creen que las cosas generan miedo. Cuantas más cosas tienes, más tienes que temer. Al final sólo vives para tener cosas.
María González Ramos dijo:
Todos llevamos dentro esas voces del desierto, quizás por eso todo aquel que lea este libro se sienta en armonía y paz interior porque es una escucha activa de sí mismo. Es la ignorancia de estas voces las que creo que hoy en día provocan la enfermedad. Negarnos a nosotros mismos e involucrándonos en el condicionamiento ambiental artificial en el que hemos nacido y del que formamos parte se ha convertido en nuestro paisaje, en nuestro mapa de acción. Nos dificulta amar la vida porque somos incapaces de verla ante tanta transformación. Aún así no todo es tan desolador, también este desarrollo ha permitido que emerjan personas sensibles como tu, dispuestas a observar y detectar ese condicionamiento y actuar en consecuencia. Gracias por este magnifico blog! deseosa estoy de leer la siguiente entrada!!
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elacolibri dijo:
Mari qué alegría este primer comentario, y más siendo tuyo. Mil gracias.
Comparto contigo la idea de que todos llevaos esas voces dentro, así que habrá que intentar poner un granito de arena para luchar contra esa ignorancia. Quizás granito a granito restauramos ese desierto, y así poder escuchar atentos sus voces.
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Lucho dijo:
Como dicen los zapatistas, queremos un mundo donde quepan todos los mundos posibles. Por eso cada vez creo más que la gran victoria del monstruo progreso no fue darnos cosas bonitas y materiales con fecha de caducidad, sino fue quitarnos la identidad, despojarnos de lo que fuimos o podríamos llegar a ser, democratizar la miseria y hacerla válida para todos. Pero como dice María, aun queda mucha luz. Y mientras haya diferencia y alternativas al monstruo, apostemos por eso con amor.
Que este blog sea un pequeñito espacio de resistencia!
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